Se demolió el Cine Teatro Minerva en Flores, una casa Art Nouveau en el barrio porteño de Caballito y un edificio de Santa Fe al 2000 está pronto a demolerse. «Esto sucede porque el Gobierno porteño no acompaña con medidas que ayuden», comentan las organizaciones.
Por otra parte, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra en un contexto de avance de desarrollos inmobiliarios y de demoliciones de edificios y casas a partir de la reforma del Código Urbanístico impulsada por el jefe de Gobierno Jorge Macri, que ya fue aprobada en la Legislatura el pasado 26 de septiembre y que ahora se encuentra en etapa de audiencias públicas.
“Nos vamos despidiendo de este edificio increíble de Avenida Santa Fe 2041/45, que ya está tapiado y probablemente sea demolido a la brevedad. El Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales jamás lo protegió y hoy sufrimos las consecuencias”, comunicó Yamila Rambaldi en la cuenta de X de su proyecto Buenos Aires Perdida, que recupera imágenes e historias del patrimonio porteño. Asimismo, Rambaldi participa de diferentes organizaciones que ponderan la protección de edificios históricos.
A la vez, en su publicación, Rambaldi incluyó fotos de una imponente casa de época de tres pisos y contó que según la revista El Hogar del 9 de noviembre de 1923, la residencia fue construida por Eduardo Pérez Alem y su esposa Celia González Durán cuyas iniciales aún pueden verse en las rejas de las ventanas. “Aún no encontré a qué se dedicaba él o más datos online, estoy segura que debe haber más información en diarios de la época pero no tengo actualmente forma de acceder a ellos”, dijo.
De acuerdo a las averiguaciones que Rambaldi llevó a cabo, la antigua casa fue sede de Radio del Plata, una de las primeras emisoras en emitir en FM. “Por ahí pasaron un montón de figuras de la radio súper conocidas como Badía, Lalo Mir, Fernando Bravo, la Negra Vernaci, en esa publicación han etiquetado a un montón de gente y de locutores que dicen que era un lugar espectacular”, indicó. El lugar también fue una peluquería y luego funcionó el Hostel Malala. “De esa época todavía hay muchas fotos del interior, estaba impecable y habían mantenido los vitrales originales, la carpintería, los muebles eran impresionantes. Al salón lo hicieron a imagen y semejanza del Petit Trianon de Versalles y estaba decorado acorde al estilo Luis XV”, indicó.
En tanto, la aparición del tapiado en la edificación es un claro indicio de probable demolición. Asimismo, Rambaldi expresó que el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, organismo de aplicación, decidió no proteger el edificio. En su publicación de X, adjuntó la ficha del edificio que surge de la web del Gobierno de la Ciudad en donde se lee su descatalogación, es decir, la decisión de que no sea un edificio protegido. “Esto también es culpa del Código Urbanístico”, indicó.
Es preciso indicar que dentro del territorio porteño existen cerca de 140.000 edificaciones anteriores a 1941 de las cuales solo unas 18.000 son consideradas de valor patrimonial, aunque menos de 3000 cuentan con protección legal específica. La mayoría se concentra en las Comunas 1 y 2. En tanto, la situación fue judicializada por la organización Basta de Demoler, que de forma reciente obtuvo un fallo a favor en la Cámara de Apelaciones. Según publicó en su web oficial, la sentencia de fecha 24 de mayo de 2024 ratificó que no deben demolerse los edificios anteriores a 1941 cuya evaluación particular patrimonial no haya sido desestimada.
“En abril de 2023, la sentencia de fondo del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires N° 10, a cargo del Dr. Aurelio Ammirato, alcanza a edificios anteriores a 1941 que, antes de ser demolidos, deben ser evaluados por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales para su protección según criterios establecidos en el Código urbanístico y luego tratados en la Legislatura para su protección mediante una nueva ley”, comunicó Rambaldi.
Por otro lado, expresó que en marzo de 2021, y tras una primera evaluación de esos 141.000 edificios anteriores al año 1941 por el CAAP se seleccionaron 18.195 edificios para su tratamiento en la Legislatura. “Sin embargo, muchos de los proyectos de ley perdieron estado parlamentario quedando el patrimonio histórico en un verdadero limbo legal”, indicó.
“Es entendible que hay muchas personas que quieran vender sus inmuebles pero esto sucede porque el gobierno no acompaña con medidas que ayuden a quienes tienen los inmuebles catalogados a sostenerlos y a restaurarlos”, dijo Rambaldi. A la vez, mencionó al Fondo de Estímulo para la Recuperación de Edificios Catalogados (FEREC) que fue creado por ley y que debería funcionar desde 1991 pero “no se reglamentó nunca”.
Al mismo tiempo, Rambaldi, el patrimonio arquitectónico se encuentra dejado de lado en relación a las herramientas presupuestarias pero también se encuentra amenazado por el nuevo código urbanístico, “sobre todo por el tema de las mayores alturas que se permiten en un barrio, cuanto más se permite construir en un barrio de casas bajas, se ve amenazado”, dijo. Asimismo, resaltó que también se afecta la calidad de vida en los barrios. “Lo más sustentable es lo que ya está construido, habría muchas formas reciclar lo que ya existe, como se pensó en su momento en el plan de readecuación del microcentro que ahora dejaron de lado, donde se proponía readecuar un montón de edificios antiguos de oficinas para que pudieran funcionar como departamentos. Esto es algo que se hace en todas partes del mundo, obviamente implica mucho más trabajo y más creatividad e inversión”, indicó.
En tanto, aunque el marco legal existe y también el catálogo de inmuebles protegidos, Rambaldi denunció que de igual manera las demoliciones avanzan. “Estamos viendo demoliciones de edificios que deberían estar protegidos, como pasó con el cine de teatro Minerva que quedaba sobre Rivadavia al 7400, casi San Pedrito. Y como va a pasar probablemente con el edificio de Santa Fe del 2041”, expresó.
Por otro lado, el Cine Minerva fue inaugurado en 1925, era un cine de mala fama (entre los más de 20 de Flores), más conocido como “La Piojera”. Su arquitecto fue R. Martínez Vivot y su primer dueño Emilio Falco. Más tarde, fue comprado por el arquero de Boca Juniors Américo Tesoriere. Asimismo, a pesar de ser construido antes de 1941, la “demolición total” realizada por la empresa CMB Construcciones contó con la aprobación del Gobierno de la Ciudad (EX-2024-05449793-GCABA-DGROC). Su actual propietario es Yarden S.A. En noviembre de 2016, la Comisión de Cultura y Patrimonio del Consejo Consultivo de la Comuna 7, pedía que el predio fuera protegido pero no sucedió.
En tanto, allí recitaba sus poemas Alfonsina Storni, vecina del lugar. Cerca de 1960, se transformó en una mueblería y, en abril de 1989, en la disco The End, ícono de los boliches de Flores. “Lo demolieron en junio, hace unos meses, estaba por cumplir 100 años, es una pena”, dijo Rambaldi.
Por otro lado, fue demolida, en 2021, una casa estilo Art Nouveau proyectada a principios del siglo pasado y ubicada en Morelos 435, en el barrio de Caballito. Había sido diseñada por el arquitecto italiano Jacobo Storti. “Era una joya arquitectónica y tenía una herrería increíble pero no tenía protección, se demolió y así destruyen su propia historia”, dijo Rambaldi. Y agregó: “El Gobierno de la Ciudad ve que el patrimonio es un gasto y esto es un error. El patrimonio es una inversión a corto y largo plazo. Es calidad de vida, es parte de lo que atrae al turismo”.
Al mismo tiempo, el legislador Alejandro Grillo (Unión por la Patria) presentó en octubre pasado un proyecto de Ley para expropiar de la casa que fuera vivienda del Dr. Francisco Beiró, situada en la calle José Cantilo 4500, en Villa Devoto, con el objetivo de convertirla en un museo. El proyecto contempla, que una vez expropiada, la casa sea destinada “a la Dirección General de Museos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a los efectos de la construcción del Museo y Centro Cultural del barrio de Villa Devoto Francisco Beiró”, el cual “tendrá como objetivo la realización de actividades artísticas, culturales y la difusión y promoción de la historia e identidad del barrio”.
Es preciso indicar que en 2007 la casa fue vendida por las herederas de Beiró a una inmobiliaria que pretendía su demolición. Asimismo, la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto decidió movilizarse y logró que el inmueble fuese catalogado con Nivel de Protección Estructural, a través de la ley N° 2858/08. Sin embargo, desde entonces, se encuentra en total abandono lo que la pone en riesgo de demolición ante su notoria destrucción.