Los Metrodelegados llevan adelante hoy una medida de fuerza por la que suspenderán el servicio desde las 20 horas y hasta el cierre. Asimismo, el día jueves habrá una nueva jornada de protesta que consistirá en un paro de actividades de 6 a 9 horas.
Los trabajadores del subte llevan adelante en el día de hoy una nueva jornada de protesta contra la presencia de asbesto en las formaciones y la ausencia de respuesta de la empresa y el Gobierno de la Ciudad. En tanto, la medida de fuerza consiste en paralizar todas las líneas del subte y Premetro desde las 20 horas y hasta el cierre.
«Seguimos reclamando que retiren todo el asbesto del subte y que cumplan con el fallo de la Justicia porteña que obliga a Emova, Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) y el Gobierno de la Ciudad a hacerlo y a poner bajo vigilancia médica a todos los trabajadores», comentó Andrea Salmini, vocera de los «metrodelegados».
Por otra parte comunicaron que el jueves habrá una nueva jornada de protesta que consistirá en un paro de actividades de 6 a 9 horas. El objetivo del reclamo consiste en la exigencia de la apertura de una mesa de diálogo al Gobierno de la Ciudad y a la empresa concesionaria Emova por la solicitud de reducción de la semana laboral ante la presencia de asbesto, informaron fuentes gremiales.
Asimismo, la dirigente gremial Salmini advirtió que el Gobierno de la Ciudad no los convocó en los «cuatro meses» que llevan de protesta y reclamó que «no dilaten más la mesa de diálogo porque, mientras dilatan, tres trabajadores han fallecido, 87 están afectados, seis tienen cáncer y 2.150 están bajo vigilancia médica».
Paralelamente, el secretario general de la organización, Roberto Pianelli, advirtió que «si se tomaran algún tipo de medidas para alcanzar el diálogo, podríamos evitar las protestas».
«Lo que nosotros decimos es que el jefe de Gobierno (Horacio Rodríguez Larreta) tendría que garantizar que los trabajadores vayan a trabajar y no se enfermen arriba del subte», enfatizó.
Por otra parte, desde Emova criticaron la postura «inflexible» de los metrodelegados, subrayando que esto «profundiza los inconvenientes para quienes necesitan movilizarse en la Ciudad» y confirmó que «la reducción de la jornada semanal de 36 a 30 horas resulta inviable sin afectar la operación de la red de subte».