El proyecto tiene entre sus objetivos fundamentales recuperar aprendizajes perdidos durante la pandemia
El viernes pasado finalizaron las clases en las escuelas de verano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la iniciativa que lleva adelante el Ministerio de Educación porteño desde hace 15 años para que, entre otros objetivos, los estudiantes puedan afianzar saberes durante las vacaciones.
Desde la pandemia de Covid-19, con la pérdida educativa que generó el aislamiento impuesto para contener el avance del nuevo virus, las escuelas de verano consolidaron el trabajo con contenidos pedagógicos y este año tuvieron cifras récord de alumnos inscriptos.
En tanto, según los datos aportados por la cartera educativa que conduce la minostra de educación de la Ciudad Soledad Acuña, en 2023 se inscribieron aproximadamente 32.500 estudiantes de un total de 600.000 que asisten a los niveles inicial, primario y secundario en la Ciudad. Asimismo, el porcentaje de asistencia fue del 81%, o sea, unos 26.300.
“El balance es muy bueno. Los estudiantes de inicial y primaria recibieron propuestas pedagógicas acordes, con foco en matemáticas y prácticas del lenguaje. Por su parte, los alumnos de nivel secundario que tenían materias pendientes de aprobación pudieron realizar trayectos formativos, reforzar contenidos y rendir un examen para aprobarlas”, comentaron.
Por otra parte, como resultado, más de 3600 estudiantes de nivel secundario rindieron y aprobaron trayectos que les habían quedado pendientes del ciclo lectivo 2022 y a la vez, se prepararon para rendir en las mesas de examen de febrero.
A la vez, las escuelas de verano funcionaron entre el 2 de enero y el 3 de febrero en cerca de 100 establecimientos educativos, parques porteños (Parque de la Ciudad, Parque Indoamericano) y otros espacios educativos, artísticos y culturales en diferentes puntos del distrito porteño.
Por otra parte, los principales objetivos de la escuela de verano son “ofrecer un espacio que favorezca la inclusión educativa de los estudiantes a través de una propuesta de enseñanza de calidad, donde ellos sean los protagonistas, generar estrategias para abordar los contenidos establecidos por el diseño curricular y las progresiones de los aprendizajes, y promover el desarrollo y conocimiento de las distintas expresiones artísticas, expresivas, culturales y deportivas a través de estrategias recreativas, entre otros”.
En tanto, se trata de una propuesta del Ministerio de Educación de la Ciudad de buenos Aires que se realiza desde hace 15 años, a partir de la pandemia consolidaron el aspecto pedagógico del programa. “Esto se mantendrá así para las próximas ediciones”, anticiparon voceros de la cartera.
Asimismo, como parte del denominado “plan de tres años” que el gobierno de la Ciudad determinó tras la vuelta a clases por la pandemia de Covid-19, en la Capital el ciclo lectivo 2023 prevé 192 días de clases: comenzará el 27 de febrero y finalizará el 22 de diciembre.
De acuerdo a lo previsto por el ministerio que encabeza la ministra Acuña, la falta de presencialidad escolar en buena parte de 2020 es la razón detrás de los bajos resultados mostrados por exámenes nacionales e internacionales en los menores que estudian dentro del territorio de la Ciudad. Por ese motivo, la suma de días de clase constituye otro de los ejes descriptos para que los estudiantes recuperen los conocimientos perdidos.