Es el jardín Cinderella – El Centavo, que en el día de ayer envió el mail a los padres y docentes; se debe al aumento del valor del alquiler del edificio.
En éste caso optaron por esperar a que pasara el concert de fin de año para anunciarlo, para no empañar la emoción y el esfuerzo de los chicos y los docentes durante el año. Asimismo, tuvieron la fiesta que habían planeado, pero al día siguiente –ayer–, con todo el dolor a cuestas, finalmente enviaron ese mail que causó tanta desazón: el año que viene el Jardín Cinderella-El Centavo, que funciona en Juncal 1264, en Recoleta ya no abrirá sus puertas.
Asimismo, la decisión la tomaron las autoridades luego de recibir la comunicación por parte de los propietarios del edificio en el que funciona el jardín de que el nuevo contrato de alquiler preveía un aumento a febrero de cinco veces lo que abonaban al día de hoy y con una cláusula de ajuste en dólares, al dólar blue, según explicó Andrea Martín, encargada de Administración del jardín.
A la vez, la institución funciona desde 1962, brinda una modalidad bilingüe y atiende a unos 150 chicos del nivel inicial, entre sala de 2 y sala de 5. “No hay forma de que podamos trasladar semejante aumento a las cuotas. Tendríamos que cobrar en dólares y una cuota cinco veces mayor. Sería inviable. Estamos averiguando otros alquileres, pero todos los valores están fuera del alcance”, dijo Martín.
Al mismo tiempo, la noticia causó mucha tristeza en la comunidad educativa. En tanto, los padres, esta mañana, llegaron a llevar a sus hijos y se acercaron a la dirección para buscar alguna explicación, alguna forma de evitar lo que parecía inevitable. Desde las autoridades, explicaban que habían hecho todo lo posible pero que preferían comunicar a tiempo el cierre para que los padres pudieran buscar alternativas para el año siguiente. Y se pusieron a disposición para colaborar a buscar vacantes en otras instituciones, según informó Martín. “Nos estamos ocupando del tema y sobre todo nos preocupa que los chicos con proyecto de integración escolar puedan encontrar vacante”, comentó.
Así se definió la preocupación de muchos padres. Cómo lograr una vacante en una institución de similares características, para el año próximo, en medio de rumores cada vez más frecuentes de cierres.
El cierre se agrega a los anunciados ayer, por un tradicional colegio bilingüe de Quilmes que decidió cerrar después de 85 años en la enseñanza y de la semana pasada, de dos colegios de Olivos, que anunciaron que se fusionarían como estrategia para seguir adelante
Por otro lado, en el caso del colegio de Quilmes, aunque la noticia los tomó por sorpresa, algunos padres comentaban, en días anteriores, que les llamaba la atención justamente que la escuela a esta altura del año todavía no hubiera comunicado ni enviado el valor de la matrícula, ni de la cuota del año siguiente. Tampoco el acuerdo escolar. Esto, justamente para evitar tener que devolver el valor de la matrícula a los padres, ante un anuncio de cierre, tal como indica la ley. Es decir, que si antes del 31 de octubre tanto la escuela como la familia avisa que no va a continuar el año siguiente, es obligación devolver lo que se haya pagado en concepto de matrícula. Por eso, por estos días los colegios y jardines que deciden cerrar están informando la novedad a las familia intervinientes.
Asimismo, no se trata de la única institución que se encuentra en estas condiciones de no poder continuar adelante con el proyecto escolar por la situación que se enfrenta por la crisis económica, los aumentos de precios, la inflación, las paritarias docentes y la pérdida del poder adquisitivo de las familias.
En tanto que las escuelas del segmento ABC1, que no cuentan con aportes del Estado están encontrado dificultades para poder cerrar el acuerdo escolar con las familias, para ponerse de acuerdo con los valores del año que viene, tras recibir el rechazo por haber propuesto cuotas excesivas, las escuelas que cuentan con subvención, también atraviesan una profunda crisis por no poder aumentar los valores más allá de lo que les autoriza la normativa.
Por otro lado, , las escuelas privadas que atienden a familias de clase media y media baja pero que no reciben aportes del Estado se encuentran en muchos casos al borde del cierre. Hasta ahora, el eje de la crisis tenía que ver con el pago de los salarios, que representa el 80 al 90% del presupuesto escolar. Ahora se le suma el componente de los aumentos en el valor de los alquileres. Por eso, para muchas instituciones el panorama resulta incierto.
“El jardín de Infantes El Centavo es una escuela de nivel Inicial que no posee aporte estatal. Frente a la negativa de la Asociación El Centavo de renovar el contrato de alquiler, luego de 60 años de permanencia en el mismo edificio, las autoridades del establecimiento han tomado la decisión de llevar a cabo el cierre de la escuela para el ciclo lectivo 2024, por este motivo, las familias que ya han abonado las inscripciones, se les devolverá el monto con el interés de los días pasados”, se comunicó desde el Ministerio de Educación de la Ciudad.
“Desde la Dirección General Educación de Gestión Privada del Ministerio de Educación se realizan distintas acciones con el objetivo de acompañar a las familias y garantizar la continuidad escolar de sus hijos e hijas en otros establecimientos educativos, se ha compartido información sobre escuelas de las mismas características del Distrito Escolar 1 para que las autoridades puedan compartir la información con las familias que están en la búsqueda de una escuela para el próximo año, indica el comunicado.
Al mismo tiempo, desde el equipo directivo han indicado que teniendo en cuenta que el contrato de alquiler vence en febrero del 2024, han intentando desde mediados de 2023 llegar a un acuerdo con los propietarios del edificio sin lograrlo. Informaron que han planteado condiciones que el jardín no puede afrontar, exigiendo un gran incremento en el valor del alquiler con un ajuste sujeto a la cotización del dólar blue. Teniendo en cuenta que la institución es una empresa familiar y pequeña, frente a esta situación no cuentan con las condiciones para afrontar el costo y continuar con su objetivo de brindar una educación de excelencia con una cuota que las familias que asisten al jardín la puedan abonar.