La Ciudad Autónoma de Buenos Aires controla la operación en esta etapa de transición, luego de suspender los contratos el año pasado.
Desde hace seis meses, en un anuncio, Horacio Rodríguez Larreta y Felipe Miguel le ponían coto final a los contratos con las empresas que durante décadas conservaron el servicio de acarreo de automóviles en la Ciudad. Asimismo, el apuro intentó aminorar los impactos de una exploción política, pero el Gobierno porteño ya mantenía la idea de cortar de raíz una situación que le generaba demasiados conflictos. En tanto, desde ese 16 de agosto, el contexto político se modificó hasta el punto de discutir el interrogante: ¿dónde se encuentran las grúas?
Actualmente, hasta avanzar en el proceso de licitación, el jefe de Gobierno porteño y el jefe de Gabinete habían anunciado que durante el período que dure la transición, el distrito se haría cargo del servicio, horas más tarde de que Elisa Carrió le ordenara a sus propios legisladores debatir el fin de la concesión, una irrupción que culminó precipitando la continuidad de los contratos.
Asimismo, dicha acción sacó de la jugada a Dakota-STO y BRD-SEC, empresas que operaban con contratos vencidos desde 2001 y sucesivas prórrogas, y abrió las puertas a otras cinco empresas que mostraron interés en quedarse con el servicio. En tanto, la Ciudad tuvo que desembolsar una cifra millonaria para indemnizar a los empleados de ambas firmas, que responden al sindicato de Camioneros, y recontratarlos otra vez.
Asimismo, las grúas de acarreo operan con un “servicio de emergencia y a demanda”, sin patrullar las calles en busca de vehículos mal estacionados como lo hacían antes, sino en situaciones puntuales de obstrucción de rampas o garajes, en tanto, existen cinco empresas que fueron parte de la “primera apertura de sobres de la licitación pública nacional N° 7323-1117-LPU22 para la contratación de un Servicio de Grúas para Acarreo de vehículos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” que se desarrolló el 14 de febrero, de acuerdo a la información oficial. Por otra parte, desde el Gobierno piensan que los nuevos concesionarios podrían tomar la dirección durante el segundo semestre del año.
Por otro lado, la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Ashira-Ecoba y la empresa Transporte 9 de Julio se encuentran vinculadas a la recolección de residuos. Ashira inició en 1998 el arrendamiento de equipos de higiene urbana y tanques atmosféricos al Gobierno de la Ciudad y, desde 2014, tiene a cargo la recolección y barrido de una parte del distrito porteño; por otra parte, opera en Trelew (Chubut), Junín, San Pedro, Balcarce y San Martín (Buenos Aires), y San Francisco (Córdoba). En tanto que Ecoba (Empresa Constructora Buenos Aires) tiene como actividad principal la construcción y recolección de residuos, a cargo del mantenimiento de espacios verdes en la comuna 5. A la vez, Transportes 9 de Julio SA, es una firma creada en 1976 en Santa Fe, con participación en la recolección de residuos de La Plata y Mar del Plata donde a la vez brinda servicios como “recolección domiciliaria, barrido de calles, remoción de residuos voluminosos y montículos, limpieza de playas y servicios particulares”.
Asimismo, Ashira-Ecoba es impulsada por el gremio que dirige Hugo Moyano. En tanto, Camioneros supo ofrecer presión en conflictos que tuvieron como protagonistas a los trabajadores de la recolección de residuos con la Ciudad de Buenos Aires.
Por otro lado, las otras tres empresas interesadas son Plein Air Park, RinkelTrail – EscalumInvestment y SAEM – Tránsito Rosario. En tanto, la primera pertenece a Neuss Capital en alianza con Empark de España, quien aporta la capacidad técnica. Asimismo, Empark, opera el servicio de estacionamiento medido en 140 ciudades de Europa (Madrid, Valencia, Lisboa entre otras) en seis países.
A la vez, en 2018, Plein Air Park se presentó́ como oferente en la licitación para la concesión del servicio de estacionamiento medido en el distrito y había calificado para operar en la Zona 4 de la Ciudad, pero en diciembre de 2020 el proceso se suspendió.
Por otra parte, RinkelTrail, ofrece asistencia vehicular con una flota propia de grúas y cobertura en toda la Argentina y países limítrofes. A la vez, en la Ciudad da servicio en Autopistas Urbanas (AUSA), en las autopistas Ricchieri y Ezeiza-Cañuelas, además de diferentes Compañías Aseguradoras. En tanto que SAEM (Sistema Automatizado de Estacionamiento Medido) opera la concesión del servicio de estacionamiento medido en la provincia de Neuquén. Asimismo, se presentó en sociedad con Tránsito Rosario que controla el estacionamiento medido en Rosario y que, en 2018, también había sido calificada para la concesión de una de las zonas del estacionamiento medido de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, todas estas empresas competirán para quedarse con una de las tres zonas de acarreo en las que estará dividido el distrito porteño. Desde el 14 de febrero se abrió el período para realizar vista de los expedientes y las observaciones de los oferentes. En tanto, se avanzará con la primera etapa de evaluación de las ofertas teniendo en cuenta la propuesta administrativa, legal y técnica. Más tarde, según la Secretaría de Transporte y Obras Públicas, “se publicará el orden de mérito de las propuestas correspondientes al sobre 1 y se procederá a la apertura del sobre 2 que contiene las propuestas económicas para todas zonas”.
Paralelamente, la nueva licitación contempla modificaciones importantes ya que el servicio no estará limitados a las zonas actuales sino que se podrán resolver situaciones de convivencia vial en todos los barrios. Así, Dakota-STO y BRD-SEC operaban, principalmente, en el microcentro y macrocentro, además de algunos sectores específicos de distintos barrios. Asimismo, la Ciudad se encontrará dividida en tres áreas y habrá seis playas de acarreo. En tanto, como sucede actualmente en este período de transición, los vecinos y vecinas podrán reportar bloqueos de rampas, paradas de colectivos y cocheras.
Por otra parte, a pesar de que no se ven con tanta frecuencia, las grúas continúan activas con el manejo de AUSA que tomó la operatoria cuando se alejaron Dakota y BRD. Así, son unas 30 grúas que trasladan a los vehículos en infracción a tres predios situados en Couture y Bibiloni (Facultad de Derecho), Cerrito y Sarmiento, y Tacuarí 1277. En tanto, las grúas tuvieron un cambio de imagen (ya no son blancas, sino grises) al igual que toda la cartelería y señalética.
A la vez, la interrupción intempestiva del contrato con las empresas salientes tuvo un costo de unos 1400 millones de pesos para la Ciudad que debió asumir las indemnizaciones de los 332 trabajadores de Dakota y BRD. Así, la estatización del servicio activó la llamada Ley Moyano que establece pautas para el despido, indemnización y contratación inmediata del personal enrolado en el convenio colectivo 40/89 del sindicato de Camioneros cuando una empresa cambia de dueño y se traspasa al personal. En tanto, el acuerdo entre el gremio y la Ciudad de buenos Aires se encuentra vigente desde que Mauricio Macri era el jefe de Gobierno del distrito porteño.