La generalidad de los edificiosson de los años ‘20 cuando la Ciudad de Buenos Aires abría sus puertas a trabajadores inmigrantes que necesitaban viviendas económicas para poder habitar.
En la actualidad en Buenos Aires existen propiedades situadas en algunos sectores hoy bastante requeridos que se proyectaron en el siglo pasado para contener a las clases trabajadoras de una ciudad naciente y exultante. ¿Hoy día cuál es el valor de esas viviendas? Este es un interrogante que intriga a quienes se enamoraron de esas emblemáticas construcciones. En tanto, la respuesta ilustra de qué forma cambian los tiempos, las metrópolis y las sociedades modernas.
Asimismo, aunque existen posteriores, la mayoría de los edificios son de los años ‘20, es decir, alrededor de 100 años atrás, cuando la Ciudad abría sus puertas a las corrientes inmigratorias y los nuevos habitantes de Buenos Aires, obreros en su mayoría, necesitaban viviendas para asentarse en una urbe, en ese entonces, la más populosa de Latinoamérica, donde casi todo estaba por hacerse todavía.
De ésta forma con un foco obrero y trabajador, nacieron un tipo particular de hogares y complejos de departamentos que, con los años, se convirtieron en rincones exclusivos y semisecretos del distrito porteño; propiedades económicas, baratas o colectivas, así se las denominó y se las conoce hasta ahora, muy buscadas en la actualidad por otro target bien diferente de aquel para el cual fueron construídas.
Ubicados en distintos puntos de la Ciudad que en ese momento podían ser entendidos casi como sus confines, los arrabales, convertidos en el SXXI en valiosa tierra urbana, estos sub barrios, tal como se los suele denominar, también fueron producto del crédito y de una política activa de vivienda. Se presentará, algunos ejemplos representativos de esos años, sus modificaciones, y de cómo los fue acompañando el mercado inmobiliario.
Barrio Parque Los Andes en Chacarita
El que actualmente conocemos como Barrio Parque Los Andes, en Chacarita, es producto del arquitecto Fermín Bereterbide, ganador del concurso dispuesto por la municipalidad de la Ciudad para viviendas económicas que en 1926 le adjudicó el primer premio. De ésta forma se construyó la Casa Colectiva de Parque Los Andes, entre las calles Leiva, Rodney, Concepción Arenal y Guzmán.
En tanto, los 130 departamentos originales se situaron a lo ancho de los edificios, es decir, 12 cuerpos de 10 metros de ancho, planta baja y tres pisos altos, con las habitaciones hacia un lado y los servicios hacia el otro, habilitando la ventilación y la independencia de las unidades que hoy defienden precios altos en comparación a la oferta de sus alrededores en Chacarita. “Es un barrio casi cerrado. Tiene biblioteca y microcine. Cada departamento es absolutamente distinto, ya que todos están reformados de acuerdo con el gusto del propietario”, comenta el martillero Hernán Perrone de Desde Re/Max Parque, que entre su cartera tiene un departamento de cuatro ambientes publicado a US$398.000 sobre la calle Guzmán.
Por otra parte, el espacio libre requerido por el concurso terminó siendo el 63% de la superficie del terreno. Asimismo, desde la calle, se observa en los jardines el arco de una cancha de fútbol.
De acuerdo a lo que comenta el profesional, tiene muchas consultas por la propiedad que, también, tiene un tipo de público particular, entre los que se destacan artistas de diferentes disciplinas. “Hay europeos que llaman interesados, por el estilo que tiene”, comparte. “El valor del metro cuadrado casi compite con el de una propiedad nueva, pero, al que le gusta el producto, está dispuesto a pagar US$2500/m²″ indica.
Barrio Monseñor Espinosa en Barracas
Fue inaugurado en el año 1923, el barrio monseñor Mariano Antonio Espinosa, con su entrada principal en el 1250 de la calle Perdriel, es parte de Barracas. En tanto, con dos pasajes internos con salida por las calles California y Alvarado, fue diseñado por el arquitecto Alfredo Cucullu. Asimismo, se compone de 64 casas distribuidas en ocho pabellones con un gran jardín central. Allí se respira barrio en este rincón único reservado y tranquilo.
Al mismo tiempo, sus casas fueron pensadas para familias numerosas, lo que se refleja en las medidas de las propiedades: habitaciones de tres metros y medio por cinco, o de cuatro por cuatro metros; cocinas de cuatro y medio por dos y medio; baño principal de dos metros por uno con cincuenta y hasta un patio de cuatro por tres metros.
Por otra parte, este conglomerado de casas para trabajadores fue obra de la Unión Popular Católica Argentina, en un terreno donado por Leandro Pereyra Iraola, y se levantó a través de una gran colecta nacional de cemento, cal, ladrillos y otros materiales. Asimismo, el complejo de casitas contaba con despensa, ferretería y farmacia, ya que en esos momentos el acceso al centro era más complicado y la sensación de que quedaba más lejos.
Por otro lado, según Miguel Mattera, titular de la inmobiliaria homónima que tiene una vivienda unifamiliar en venta a US$164.000 sobre la calle Perdriel, el barrio es hoy día sede de una clase media acomodada. “La unidad tiene 130 metros cuadrados, con tres dormitorios en el primer piso y un altillo -o playroom- en el segundo”, indica. De acuerdo a sus comentarios, se trata de un producto particular, con un público también particular, atraído por el aire residencial del barrio.