Con la consigna “No miremos para otro lado. Frenemos el acoso”, se invita a tomar consciencia acerca de la importancia de involucrarse y actuar al momento de ver o presenciar esta situación de violencia callejera.
La Ciudad de Buenos Aires continúa con su Lucha contra el Acoso Sexual Callejero a través de una campaña que intenta visibilizar que el 100% de las mujeres, en algún momento de su vida, ha sufrido este tipo de violencia en el transporte o en el espacio público. En tanto, la Ciudad lo lleva a cabo bajo la consigna “No miremos para otro lado. Frenemos el acoso”, a partir de la cual se invita a reflexionar acerca de la importancia de involucrarse y actuar en el preciso momento de ver o presenciar esta situación de violencia callejera.
Asimismo, luego de ésta consigna se continúa poniendo énfasis en la importancia de la disposición de los llamados a la Línea 144 mediante campañas de divulgación en redes sociales y ploteos en todos los ramales del subte de la Ciudad y en camiones de residuos. Por otra parte, se dará difusión a la metodología 5D, una breve guía de conducta orientada a vecinos y vecinas que sirve como base para poder intervenir ante una situación de acoso callejero.
En tanto, la Línea 144 es gratuita y ofrece atención, asesoramiento y contención para situaciones de violencias por razones de género, las 24 horas, en todo la Argentina. En la Ciudad, de acuerdo a datos de la Dirección General de la Mujer, en lo que va de 2022, ya se atendieron más de 33.500 llamados y se recibieron 2.196 mensajes a través de WhatsApp.
Por otra parte, para continuar agregando facilidades en la intervención ciudadana ante casos de acoso callejero, hoy día, los usuarios y usuarias de colectivos pueden hacer uso del nuevo canal de denuncia a través de un código QR, que ya ha sido instalado en algunas líneas, y que permite acelerar la ayuda para con las víctimas de éstas situaciones violentas.
Asimismo, por medio del QR, se digitalizará de manera inmediata el trámite y en caso de ser necesario, se contactará con el denunciante para completar la información. A la vez, el expediente ingresado será derivado a la Justicia para darle continuidad al hecho ocurrido. Por otro lado, ante casos de emergencia, siempre se puede llamar al 911.
Paralelamente, aquella persona que haya sufrido acoso callejero, también puede aproximarse a alguno de los Centros Integrales de la Mujer de la Ciudad o se puede comunicar con el equipo del programa Atención a Mujeres Víctimas de Delitos contra la Integridad Sexual.
A la vez, el acoso en el espacio público es una modalidad de violencia de género. Representa la violencia ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo.
Para ofrecer algunos ejemplos de este tipo de situaciones son: comentarios sexuales, silbidos, gestos obscenos, comentarios sobre el cuerpo o el aspecto, persecución, arrinconamiento, manoseos, toqueteos y exhibicionismo.
Metolodología de las 5D
Asimismo, a causa de la preocupación que ha generado la falta de intervención ante estos casos a nivel mundial, la Ciudad tomó en consideración una metodología desarrollada por la fundación internacional Hollaback y la empresa L’ Oréal Paris, que brinda una serie de herramientas simples que ayudan a las personas a intervenir de forma segura ante situaciones de acoso callejero en el espacio público.
Asimismo, se la conoce como metodología de las 5D y contempla las siguientes herramientas en orden de prioridad.
La primera orden consiste en “Delegar”, es decir, buscar a alguna autoridad y solicitarle ayuda para que intervenga.
La segunda trata sobre la acción de “Distraer” generando una distracción para interrumpir la situación de acoso (por ejemplo, preguntarle la hora a la persona que está siendo acosada o que se te caiga algo “accidentalmente” para que el acosador se aleje).
En tercer lugar, aparece la noción de “Dar asistencia”, a través del acercamiento a la persona que está siendo acosada y brindarle ayuda, para que sepa no se encuentra sola.
Aparte, otra de las acciones es la de “Documentar”, ya sea escribiendo o grabando lo que está ocurriendo para después compartírselo a la persona que vivió el acoso (nunca publicarlo sin su consentimiento).
Y en última instancia se encuentra la acción de “Dirigirse al acosador”, para transmitirle que lo que está haciendo es incorrecto y solicitarle que deje de hacerlo. Por otra parte, de forma inmediata se indica brindarle ayuda a quien atravesó la situación de acoso. A la vez, es imprescindible destacar que en esta última acción la finalidad también es ayudar a la persona que vivió el acoso; dirigirse al acosador debe ser el último recurso, para así evitar que la violencia escale.
A la vez, involucrarse ante situaciones de violencia de este tipo resulta de mucha importancia, ya que el acoso callejero genera en las personas que lo padecen sentimientos como miedo, intimidación, humillación, ansiedad, estado de alerta, bronca, asco, baja autoestima e, incluso, puede generar depresión y estrés post traumático. Por otra parte, provoca que las mujeres diseñen estrategias cotidianas, como cambiar su recorrido, evitar ir a lugares, cruzar de vereda, cambiar horarios, faltar a clases y hasta mudarse o cambiar de trabajo.
Por estas causas la Ciudad; mediante sus líneas de denuncia y asistencia, y de una nueva campaña que involucra la concientización y el llamado a la acción conjunta con vecinos y vecinas; vuelve a poner la atención en que todas las personas tienen el derecho de hacer uso del espacio público con libertad, seguridad y autonomía sin tener que sufrir la violencia callejera.