Trata de la Escuela Técnica Hicken de Jardinería y Botánica, que hace 15 días tiene los baños químicos inhabilitados. A la vez, denuncian que la decisión del Ministerio de Educación es “irresponsable” y “pone en riesgo la salud”.
La comunidad educativa de la Escuela Técnica Hicken de Jardinería y Botánica, situada en el barrio de Palermo, emitió un comunicado para denunciar la decisión del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires de continuar las clases a pesar de no contar con los baños: Soledad Acuña no llevará adelante las obras adecuadas sino que en su lugar, colocó seis baños químicos para 300 personas.
“El planteo del Ministerio de Educación de sostener las clases durante más de dos semanas con seis baños químicos para una población de 300 personas es totalmente irresponsable y pone en riesgo la salud de jóvenes y adultxs”, denuncian.
Por otra parte, en el comunicado indicaron que “hace 15 días una obstrucción en los caños cloacales inhabilitaron los baños de la escuela” y que “Aysa no da respuestas precisas de la magnitud de la obra”. Asimismo, indicaron que se trata de una escuela donde hay 250 estudiantes que permanecen varios días de la semana más de 6 horas, en tanto que el plantel docente supera las 25 personas.
De ésta forma apuntaron directo contra la Dirección del Área Técnica y la Supervisión por plantear la “presencialidad sí o sí”. A la vez, plantearon que para no suspender las clases “enviaron seis baños químicos que fueron ubicados en la entrada de la escuela como supuesta solución”.
Por otra parte advirtieron que se realizó una reunión de personal con las familias de los estudiantes y docentes pero que “nadie del Ministerio de Educación se presentó” ni tampoco “ninguna persona de supervisión ni de dirección técnica”.
“Se nos expuso al falso dilema de clases virtuales versus clases presenciales en estas condiciones precarizantes y antihigiénicas desviando la responsabilidad única del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en dar una respuesta eficiente”, advirtieron e ironizaron: “Los docentes no rompimos los baños”.
A la vez, denunciaron que tiene que ver con años de “ausencia de obras adecuadas y planificación para garantizar una educación de calidad”. “Tuvimos que escuchar que nos dijeran vagos y no nos dejaron espacio para hacer otras propuestas superadoras”, explicaron y agregaron: “La utilización de estos baños químicos que no tienen agua en las piletas para garantizar algo tan elemental y necesario como el lavado de manos es absolutamente inadmisible”.
“No sabemos ni imaginamos cuánto más van a seguir invirtiendo los sentidos y las responsabilidades. Cuánto más van a hundir a la educación pública, pidiendo “esfuerzos” a trabajadores y menores de edad. Esos “esfuerzos” expresan la ausencia del Estado en obligación de dar cumplimiento a los derechos básicos, a tener una educación en condiciones de salubridad y que les docentes tengamos condiciones dignas de trabajo”, finalizaron.