Ramiro Marra, legislador de la Ciudad del bloque “Libertad Avanza” presentó un proyecto de ley que busca prohibir las manifestaciones callejeras que interrumpan la libre circulación. Asimismo, propone que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires establezca un «espacio particular» que se pueda utilizar para la realización de las protestas.
El legislador Ramiro Marra, de La Libertad Avanza que dirige Javier Milei, presentó un proyecto que quiere prohibir las manifestaciones callejeras que contemplen interrupciones a la libre circulación y al funcionamiento normal de los servicios públicos y también propone, que el Gobierno de la Ciudad establezca un espacio especial que sirva para la realización de las protestas.
En el proyecto, la primero que presentó el Legislador desde que asumió en su banca el 10 de diciembre pasado , Marra expresa que «la interrupción de los servicios públicos y los inconvenientes para la movilidad y circulación dentro de CABA perjudican a miles de porteños».
«Ninguna demanda es argumento suficiente para permitir a grupos de personas realizar cortes de calles o rutas, al igual que actos de violencia», considera y agrega que «incluso si los reclamos son legítimos, no pueden realizarse piquetes que terminan por violar otras normas y afectar a toda la comunidad».
En ese contexto, el proyecto que comenzará a ser discutido luego del 1 de marzo, después del inicio del período de sesiones ordinarias, determina la prohibición de «las interrupciones al derecho a la libre circulación y el funcionamiento normal de los servicios públicos por parte de dos o más individuos que se manifiesten vulnerando las disposiciones vigentes, durante los días hábiles».
Asimismo, establece que «la Autoridad de Aplicación deberá designar un espacio particular en el cual las personas puedan manifestarse sin perjudicar a terceros, debiendo hacer la solicitud correspondiente con antelación», así como de «estipular las sanciones correspondientes ante el incumplimiento» de la ley, de aprobarse.
Marra entiende que «las protestas y piquetes en la Ciudad de Buenos Aires forman parte de la cotidianeidad de la urbe» y sostiene que «en consecuencia, a las demoras por el tráfico usual en la ciudad se debe agregar los problemas que traen aparejados los cortes en puntos clave».
«El derecho a peticionar a las autoridades existe, pero no permite la vulneración a otros derechos básicos y universales de los ciudadanos», advierte e indica que «la realización de piquetes por parte de grupos no sólo no favorece la deliberación democrática en la ciudad, sino que avasalla el derecho a la libre circulación y al trabajo».
Por otra parte, indica que la iniciativa legislativa «no pretende restringir la libertad de expresión de aquellas personas que desean realizar reclamos, sino, por el contrario, hacer valer los derechos de todos los porteños».
«Con este objetivo en mente, el poder Ejecutivo deberá establecer un lugar en el que estos grupos puedan reunirse y expresar sus ideas y demandas, sin que esto derive en un perjuicio a terceros», aclara.